La sudoración excesiva en las axilas comúnmente obedece a una hiperhidrosis. De acuerdo a MedlinePlus (un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.), este padecimiento consiste en una sudoración excesiva, incluso cuando no hace demasiado calor o cuando el clima es templado.
Esta afección tiene origen genético y se debe a glándulas sudoríparas muy activas; por este motivo, las personas presentan exceso de sudor, principalmente en axilas, pies y manos. Naturalmente las axilas reciben mayor atención por las implicaciones físicas y emocionales del sudor excesivo en esta zona. Esto no solamente significa una mala apariencia, sino también la posibilidad de producir olor desagradable, razones por la que es de suma importancia atender el problema. La pregunta es: ¿existe algún tratamiento efectivo?
¿Existe alguna sustancia para disminuir mi sudoración en axilas?
La forma más sencilla, segura y barata de atacar el problema de sudoración excesiva en las axilas, es a través del uso de carbonato o de lociones que contengan sales de aluminio, ya que estas tapan los poros disminuyendo la transpiración. El carbonato se aplica diariamente y las lociones bastará ponerlas varias veces por semana en la zona, para lo cual será necesario tener la piel limpia y seca a fin de evitar que el uso de la loción sea en vano.
El inconveniente de estas dos opciones es que suelen producir irritaciones en la piel. No obstante, cuando el problema no es excesivamente fuerte, constituyen las mejores opciones, pero ¿qué pasa cuando esto no basta?
¿Qué puedo hacer para disminuir la sudoración si las sales no funcionan?
Esto dependerá del tipo de sudoración que se presente. Una es de tipo primaria, afecta a cerca del 3% de la población y no está asociada a otros problemas. Sin embargo, si es de tipo secundaria, se presenta como un síntoma más de enfermedades como la ansiedad, las adicciones, los desórdenes en la glucosa, la menopausia u otro tipo de infecciones. En esos casos, el médico que lo diagnostique deberá ofrecer el tratamiento adecuado.
Cuando la sudoración es de tipo primaria y no funcionan ni las sales ni algún anti-transpirante más fuerte de lo normal (que tenga cerca del 15% de hixahidrato de cloruro de aluminio), entonces existen otras opciones. En estas condiciones, suelen recomendarse medicamentos administrados vía oral que inhiben la actividad de las glándulas sudoríparas. No obstante, estos no son muy recomendables por sus efectos secundarios de mareos y náuseas, entre otros.
En todo caso resultaría mejor un tratamiento a base de electricidad llamado iontofóresis, el cual cierra temporalmente las glándulas sudoríparas, pero este procedimiento es difícil de llevar a cabo en las axilas. Así que quizá lo más efectivo sean las inyecciones de cantidades pequeñas de botox en las axilas. De acuerdo a Nuevadermatología, este es un tratamiento sumamente seguro, pues la sustancia se aplica mediante micro-punturas en la dermis. Es un procedimiento rápido, sencillo e indoloro que dura entre 6 a 9 meses, y con cada nueva aplicación, el efecto es más prolongado.
Es importante señalar que, en cualquiera de estos casos, y antes de tomar cualquier decisión, es necesario consultar al médico dermatólogo, profesional que cuenta con la capacitación necesaria para brindar orientación en estos casos de sudoración excesiva.
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