La importancia de los Protectores Solares
Estos productos son agentes que cumplen la función de protegerte del sol, ayudando a evitar que los rayos UV (ultravioletas) lleguen hasta tu piel.
Existen dos clases de radiación ultravioleta: los rayos UVA y los rayos UVB. Los UVB son los responsables de causar la mayoría de las quemaduras solares. Los UVA, en cambio, penetran en la piel en forma más profunda, por lo cual se los relaciona con una reducción de la elasticidad, la aparición de arrugas y el fotoenvejecimiento. Además, también empeora los efectos causados por los rayos UVB. Por ello, los rayos UVA son considerados cada día más como causantes del cáncer de piel.
Los distintos protectores solares difieren en la protección que brindan contra los rayos UVA y UVB.
¿Qué es el FPS?
Seguramente habrás notado que existen infinidad de productos para protegerte del sol, con ciertos números impresos en sus envases, pero ¿sabes qué significan esas cifras? ¿Y las siglas FPS?
El FPS es el Factor de Protección Solar, es decir la capacidad que un producto tiene para evitar la llegada de los rayos UVB a la piel.
Por ejemplo, si tu piel naturalmente (sin ninguna protección) tarda 20 minutos en enrojecerse, la utilización de un protector solar con un FPS 15 multiplica por 15 ese tiempo. O sea que aplicándote ese producto, tu piel tardará aproximadamente 5 horas en ponerse roja (20 minutos x 15 = 300 minutos = 5 horas).
Los filtros solares que poseen un FPS de 15 o más, cumplen una excelente función protectora contra los rayos UVB. Esta protección también puede comprenderse en términos porcentuales. Esto quiere decir que el FPS 15 filtra aproximadamente el 93% de los rayos UVB, el FPS 30 bloquea el 97% y el FPS 50 el 99%.
Aunque dichas cifras puedan parecer muy similares, si eres sensible a la luz solar o cuentas con antecedentes de cáncer de piel, esos porcentajes pueden hacer una diferencia muy significativa.
Elegir el Protector Solar adecuado
Hoy en día la variedad de protectores solares disponible en el mercado puede llegar a confundirte. Pero es vital que comprendas cuál es el producto indicado para tu tipo de piel y estilo de vida.
Para la realización de actividades cotidianas con poca exposición solar, un FPS 15 suele ser suficiente. Sin embargo, en el caso de que trabajes o pases bastante tiempo al aire libre, necesitarás un índice de protección más alto. Los filtros resistentes al agua son convenientes también para los días calurosos o para cuando se practica deportes, ya que se transpira mucho y además provocan menos irritación a los ojos.
Detalles a tener en cuenta
La aplicación de los filtros solares debe realizarse treinta minutos antes de exponerse a la luz solar. En cuanto a la duración de su eficacia, independientemente de la capacidad que un protector solar tenga para filtrar los rayos UVB, ninguno continúa brindando protección luego de dos horas de haber sido aplicado. Por lo tanto, una vez transcurrido ese lapso, es necesario realizar una nueva aplicación. O inmediatamente después de sudar en exceso, nadar o secarse con toalla.
Según el criterio de algunos médicos, a partir de los seis meses de edad, todas las personas deben usar protección solar todos los días, durante todo el año. E inclusive quienes trabajan en lugares cubiertos deben protegerse, ya que de todos modos suelen exponerse a las radiaciones ultravioletas, al menos durante breves períodos en el día. Hay que considerar, además, que las ventanas en general no bloquean los UVA.
Recuerda siempre protegerte también las orejas, los labios y los pies, puesto que a estas áreas corporales por lo general no se les da importancia.
En cuanto a los bebés menores de seis meses, estos no deben ser expuestos al sol. La mejor forma de protegerlos del daño solar es mantenerlos en áreas sombreadas.